Tengo la piel muy sensible y gasté mucho dinero en productos que nunca me sirvieron. Evil Goods fue un antes y un después: me hidrató sin causar brotes y me devolvió la confianza en mi piel.

Desde el primer uso noté la diferencia. La textura es ligera, se absorbe rápido y mi piel quedó fresca, sin esa sensación pesada que dejan otras cremas. ¡Me encantó!

Siempre que usaba cremas mi cara se ponía roja y con picazón. Con Evil Goods fue la primera vez que una crema no me irritó, al contrario, me calmó de inmediato. Ahora no la cambio por nada.

Soy alérgica a varios productos de cuidado facial, así que tenía miedo de probar algo nuevo. Para mi sorpresa, Evil Goods fue súper gentil con mi piel. Hoy es parte de mi rutina diaria.

Mi cara solía estar opaca y cansada. Después de unas semanas con Evil Goods, se ve más luminosa y hasta mis amigas me preguntan qué estoy usando. Estoy feliz con el resultado.

Lo que más me gustó fue que calmó mi piel al instante. Esa sensación de frescura y alivio es única. Además, el aroma es suave y agradable, nada invasivo.